Los niños altamente sensibles (NAS) son especiales y diferentes por su manera de ser y de sentir el mundo

Destacan de la mayoría por ser más introvertidos, aunque también hay niños NAS extrovertidos que se sobre-estimulan o se saturan con facilidad.

 

Algunos de los rasgos que les caracterizan son:

  • Suelen preferir estar en casa o en contextos conocidos, que los novedosos.

  • Tienen un ritmo de adaptación a los contextos y personas más lentos, y pueden preferir los entornos tranquilos, seguros y de confianza.

  • Su mundo interior es muy rico y pueden ser imaginativos y creativos.

  • Tienen una consciencia emocional y sensorial más profunda.

  • Suelen ser grandes observadores, detallistas y curiosos. Captan sutilezas donde otros no las ven y se cuestionan preguntas y reflexiones más profundas y maduras que el resto de iguales.

Por todo ello, es muy importante que la Alta Sensibilidad de los niños se comprenda y se acompañe, y además sepan gestionar sus emociones intensas.

 
 

Si crees que tu hijo o hija puede tener Alta Sensibilidad, te invito a hacer el test NAS:

 

Más tarde, en la adolescencia, la Alta Sensibilidad puede fácilmente pasar desapercibida por la intensidad emocional que aparece en esta etapa vital.

  • Una gran intensidad emocional, para las emociones positivas como las negativas,

  • una gran empatía con sus iguales,

  • la persecución de ideales sociales o defender causas perdidas,

  • una saturación o bloqueo en los momentos de estrés en los exámenes,

  • un gran perfeccionismo y exigencia frente a los estudios,

  • detallistas y observadores, con tendencia a sobre-pensar y darles muchas vueltas a las cosas, hasta puntos obsesivos.

Todo ello pueden ser indicadores de Alta Sensibilidad en la adolescencia.

Conocer y gestionar la NAS en la adolescencia se hace imprescindible por el riesgo que corren los niños altamente sensibles de querer encajar con sus (no) iguales y por la necesidad que sienten de rebajar la intensidad emocional con conductas adictivas como drogas o tecnología.

Por ello, conocer y acompañar la alta sensibilidad para ofrecerles espacios con iguales donde sus necesidades sean realizadas, se convierte en una premisa básica para una tener una adolescencia sana.

 
 
 
 
 
 

¿Qué te parece si te cuento cómo te puedo ayudar a gestionar las emociones de tu pequeño como NAS?

 
 
 

1. Diagnóstico infanto-juvenil

En algunos casos, una vez iniciada la terapia y conociendo el caso en profundidad, podemos valorar hacer un diagnóstico de Altas Capacidades o Doble Excepcionalidad (Altas capacidades y otras condiciones).

Los niños con Altas Capacidades Intelectuales (ACI) son niños que en su mayoría tiene alta sensibilidad, por lo cual se hace imprescindible abordar la parte emocional en terapia, pero también es de vital importancia acompañarlos en todos sus contextos vitales (familia, escuela y extraescolares).

El diagnóstico ayuda a atender sus necesidades reales y concienciar al resto de agentes educativos (maestros, orientadores, educadores, monitores) de las estrategias que han de implementarse para su correcto desarrollo.

*Si tienes dudas sobre si tu hijo además de NAS puede tener AACC (Altas Capacidades), te recomiendo que hagamos una evaluación para poderlo acompañar en sus necesidades reales y que pueda ser feliz en todos los contextos de su vida.


 

2. Acompañamiento en la crianza (0-6)

La maternidad y paternidad es una de las etapas más bonitas y a la vez más demandantes como familia.

Si además, somos personas altamente sensibles, o nuestros hijos tienen alta sensibilidad, la crianza y la gestión emocional pueden suponer un gran sufrimiento para las mamás y papás.

Acompañamos a familias con alta sensibilidad en las dudas que puedan surgir en la crianza, en la gestión de emociones intensas, y en cualquier aspecto que os preocupe de su desarrollo.

*El trabajo con niños de estas edades lo hacemos a través de las mamas y papas, sus referentes, a través de daros herramientas y recursos para guiaros en su vida.

 

 
Psicóloga Adolescentes altamente sensibles y Altas capacidades
 

3. Psicoterapia infanto-juvenil (6-18)

Los niños y niñas con Alta Sensibilidad pueden ser más sensibles a sufrir dificultades a nivel emocional, si no se les acompaña y guía de la forma adecuada.

Cuando hay un malestar o una situación que está creando un desequilibrio emocional, hay que abordarlo a nivel individual con la familia y el/la niñ@.

Por ello, hacemos una primera visita con la familia para hacer una recogida de datos y luego valoramos de forma individual al peque a través de sesiones de juego.

Una vez tenemos suficiente información, os explicamos lo que hemos visto y lo que hay que trabajar, ofreciendo pautas y acompañamiento a la familia durante todo el proceso.

 
 
 

 Grupos de habilidades sociales y emocionales

 

(Programa AACCompanya’m, para niños con altas capacidades intelectuales & Círculos NAS, para niños NAS)

 
 
 

Estos grupos tienen el objetivo principal de ser una fuente de validación y apoyo para sus participantes.

Lo que tienen en común ambos grupos es que atienden a niños que sienten y perciben el mundo de una forma distinta: desde una sensibilidad extraordinaria.

Y a estas edades donde la socialización juega un papel tan importante, encontrarse con iguales que sienten y perciben el mundo de forma similar se vuelve imprescindible para su buen desarrollo y su sana autoestima.

Por ello, en estos grupos se trabajarán:

  • aspectos relacionados con la gestión emocional y las habilidades sociales (tanto en alta sensibilidad como en altas capacidades) .

  • se fomentará el respeto, la empatía, el apoyo y la diversión con todos los participantes,

  • y se trabajará para el cambio, crecimiento, validación y normalización de cada uno de los niños y niñas que participen, utilizando las experiencias compartidas y el apoyo mutuo.

 
 
 

Además de seguir atendiendo la parte emocional, también queremos acompañar a nuestros peques en las dificultades que puedan surgir en el contexto escolar

La escuela es uno de los entornos donde los niños y niñas pasan la mayor parte de su día y cuando aparecen dificultades en los aprendizajes y no se atienden, afecta al desarrollo de su autonomía y a la larga, pierden autoestima y confianza en ellos mismos.

Por ello, estos dos servicios atienden sus dificultades de aprendizaje a la vez que se acompaña la parte emocional (inseguridades, bloqueos, falta de motivación, etc).

 
 

Reeducaciones psicopedagógicas

Las reeducaciones psicopedagógicas están dirigidas a niños y niñas con dificultades específicas en el aprendizaje. Las dificultades de aprendizaje que atendemos son:

  • dislexia,

  • discalcúlia,

  • trastornos por déficit de atención y/o hiperactividad (TDAH),

  • trastornos del procesamiento auditivo y visual,

  • y trastornos del lenguaje.

Hemos creado dos formatos de intervención: individual y grupal:

En el formato individual se trabajarán las dificultades específicas de aprendizaje de cada niño y niña, dotándole de herramientas para hacerlo autónomo. Y, en una segunda fase, podrá pasar a un formato grupal en el que se seguirá trabajando por mantener y generalizar las estrategias adoptadas, apoyándose en el grupo para ganar autoestima, confianza y seguridad.


Refuerzo escolar

Sobre todo en cursos superiores como la ESO o bachillerato, se vuelve imprescindible la buena organización y gestión del material escolar.

Nos encontramos sobre todo en niños y jóvenes emocionalmente sensibles que, cuando incrementa la complejidad de aquello que tienen que estudiar, aparecen bloqueos, evitación, procrastinación, ansiedad y otras dificultades emocionales que tiene su origen en una falta de herramientas y estrategias de estudio.

Por esto, en este servicio se trabajan las técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje necesarias y adaptadas al perfil de aprendizaje de cada niño o joven, para poder obtener y organizar la información y ser procesada y posteriormente memorizada.


 
 
 

¿Cómo trabajamos?

Tratamos cada caso de forma individual, teniendo en cuenta la demanda de cada persona, su personalidad, su historia, sus necesidades y su forma de ver el mundo. Aun así, lo que diferencia nuestro trabajo es que trabajamos con las causas del malestar y no únicamente con los síntomas.

Hacemos un abordaje integral de la persona: su conducta, sus pensamientos y creencias y sus emociones, y también tenemos en cuenta los distintos sistemas en los que vive la persona (escuela, trabajo, familia, relaciones, amistades, etc.) para que los cambios que se producen en terapia sean estables.

Nos ponemos en los zapatos de cada persona, niño o adulto, y os acompañamos en el proceso de cambio, para que tengáis una vida más alineada con vuestras necesidades y vuestras emociones.

Para ello, seguimos unos pasos:

 
 

PASO 1

Primera visita

En la que ampliamos la información que nos habéis aportado en el formulario web inicial. Definimos, conjuntamente, unos objetivos terapéuticos que serán los que guiarán el camino de la terapia.

PASO 2

Sesiones de exploración

Las 3-4 siguientes sesiones con vuestro hijo o hija, hacemos una recogida amplia de información sobre su vida, la familia, sus emociones, sus preocupaciones y su forma de relacionarse con el mundo, para elaborar un mapa completo de él o ella. Eso nos permite conocerle en profundidad y ver por dónde empezar a trabajar.

 

PASO 3

Devolución

En una entrevista con los papás os damos un feedback de acuerdo con vuestra demanda inicial y lo que hemos visto en las sesiones de exploración.

PASO 4

Trabajo psicoterapéutico

A partir de aquí empezamos a trabajar en los objetivos terapéuticos.

Testimonios

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Testimonios ·

  • Raquel me ha parecido una profesional muy bien preparada, con mucha empatía hacia los niños y con la capacidad de conectar con ellos de una forma muy rápida y muy profunda

    "Su trato es excelente y su comunicación clara y directa. Es una pena que con la situación actual no estamos pudiendo seguir con la terapia, porque con el poco tiempo que llevábamos con ella ya se notaban mejorías en la salud emocional de mi hijo"

    Aitana

  • Raquel es una psicóloga muy especial.

    “Es muy fácil abrirse con Raquel ya que desde el primer momento te hace sentir especial y cómod@. Siempre tiene empatía y siempre sin duda escucha y ayuda.”

    Cristina

  • Excelente profesional y gran persona. La adoramos.

    “Nuestro hijo conectó desde el primer momento con ella. Nos encantó su trato, amabilidad y cercania. Enseguida captó las necesidades, y se resolvieron de una forma rápida y satisfactoria. Estamos muy agradecidos por su dedicación y cariño.”

    Familia Sintes

  • Mi experiencia con Raquel fue increíble

    “Me ayudo a ver la fuerza y el potencial que tengo, me enseño a ser resiliente, supo perfectamente como tratarme en todo momento, supo escuchar y profundizar, me dio bases para ver que yo podía ser quién quisiera y me motivo en todo momento. Es una profesional de pies a cabeza, ahora meses después de hacer terapia con ella puedo decir que sin duda no podía haber estado en mejores manos. Siempre estaré agradecida a su trato, a su sonrisa y sus palabras. Sabe cuando te tiene que dejar hablar y cuando necesitas un empujoncito para soltarte más. Las actividades que me dio para hacer no podían ser más acertadas, me ayudó cuando más lo necesitaba. Una profesional y persona excelente, la recomiendo al 100%, sin ninguna duda.”

    I.B.

  • Me hizo sentir muy cómoda y conectamos muchísimo

    “Raquel es una gran profesional, muestra dedicación y ganas en su trabajo. Los ejercicios que hacíamos durante la terapia me ayudaron a conocerme a mí misma y salir fortalecida de esta experiencia. Fue mi primera experiencia con una psicóloga y volvería a acudir a Raquel sin ninguna duda.”

    Anna

  • Se la recomiendo a todo el mundo, es increíble

    “Es una profesional excelente, desde el minuto cero hace que te sientas, como paciente, cómodo y a gusto por la enorme naturalidad y empatía que transmite, además de la calidez del espacio. Se entrega al 200%, ofertando siempre “recursos/actividades/ejercicios” adaptados a la situación personal de cada uno que permiten hacer de la terapia una herramienta aplicable a nuestro día a día.

    Para mí, después de un año de trabajar con ella, puedo decir que ha sido el mejor descubrimiento; tengo 19 años y empezar una terapia de la mano de Raquel, ha sido de las cosas que me siento más orgullosa.”

    P.M.N.

  • Raquel es una profesional excelente: empática, comprensiva y cercana, que además transmite confianza, seguridad y tranquilidad.

    “Gracias a ella, he aprendido a cuidar mi salud mental y emocional. Cada sesión y reflexión son guías en mi camino, que ahora recorro con serenidad y mucha ilusión y acompañada de conocimientos y herramientas que antes no tenía.”

    Carla

  • Raquel es una gran profesional.

    “Me ha ayudado mucho en las sesiones que he hecho con ella, es muy empatica, racional y comprensiva. Es un placer hacer el tratamiento con ella y se pasa el tiempo volando, gracias a la comodidad.”

    María

  • La recomiendo 100%

    “Raquel es una persona y profesional maravillosa, que ha conseguido ayudarme cuando yo ya lo daba por perdido. Tiene una gran empatía hacia los pacientes y cercanía. Me ha hecho crecer como persona sin duda.”

    H.G.

  • Es una psicóloga estupenda y la recomendaría 100%

    “Desde la primera sesión, Raquel supo entablar una relación empática y cercana conmigo, siempre manteniendo la profesionalidad. Me hizo sentir muy cómoda como para expresarme y ha creado, para mi, un espacio seguro y libre donde puedo desahogarme, expresarme, aprender y crecer.

    Acudí a ella durante una época de grandes turbulencias y cambios en mi vida, durante la cual me ha guiado y acompañado magníficamente. He aprendido a escucharme más y mejor, gestionar de manera más sana mis emociones y sentimientos y a romper con antiguos patrones dañinos y poco productivos.

    Me ha dado muchísimas herramientas para aprender y crecer como persona, además de proporcionarme un espacio dónde siempre me he sentido segura y acompañada.

    Ha sabido conocerme y adaptar las sesiones a mi personalidad y a las cuestiones que yo quería trabajar, manteniendo siempre un ambiente de naturalidad y confianza.”

    N.T.

  • "Muy bien las visitas. Hace unos meses que vamos y la verdad es que es una sicologa genial!!! Siempre sabe buscar una respuesta positiva para nuestro bien estar!!! Muy profesional!!!"

    Ángeles

  • "A mi me ha encantado como ha tratado a mi hija le ha ayudado mucho y se ha quedado muy contenta y de momento esta muy bien"

    Francisco

  • "Estamos muy agradecidos y encantados con la ayuda prestada a nuestro hijo e hija"

    A.

  • Lo mejor: Todo. Desde el principio hasta el final del tratamiento

    “Muy equilibrado el seguimiento y su forma de atender y escucharme. Sincera y claramente supo como dirigirme para reencontrarme a mí misma poder seguir evolucionando superando la ansiedad y otras cosas. Estoy encantada y agradecida.”

    P.

  • "Raquel es una psicóloga sensible, profesional que te da la confianza para abrir la mente y el corazón a los niños y padres que necesitan saber gestionar sus emociones. La recomiendo por su gran hacer, la sensibilidad y el cariño con el que trabaja"

    María

 Preguntas frecuentes

 
 
  • Lo mejor siempre es la normalidad y la sinceridad. Si los padres normalizan el buscar ayuda, los niños no tienen por qué verlo como algo patológico o malo.

    Es importante no usar la búsqueda de ayuda profesional con una amenaza o un castigo “Si no te portas bien, te llevaré al psicólogo”, porque eso dificulta que los niños estén abiertos y predispuestos a ser ayudados. Lo ideal es que a medida que el problema aparece, se pueda ir hablando de él con normalidad, sin culpabilizar y con una actitud constructiva. Se le puede decir que como padres, queréis ayudarle pero os faltan herramientas. Y que lo mejor sería buscar el apoyo de una profesional. Siempre recomiendo enfocar la visita como una búsqueda de ayuda para toda la familia y para “que nos ayuden a hacer las cosas mejor a todos”, ya que la implicación y la colaboración es fundamental para solucionar las dificultades y conseguir el bienestar.

  • A veces los niños llevan tanto tiempo sufriendo por un problema que se les ha etiquetado negativamente y se muestran reacios a buscar ayuda o dejarse ayudar por miedo a volver a ser juzgados. Este miedo es comprensible y es importante como familia empatizar con él y poderlo entender y hablar. En esos casos, la terapia también es posible a través de los familiares que conviven con él o ella. Se pueden ofrecer herramientas a los padres y hermanos (u otros familiares) para ayudar a que la persona esté más abierta y receptiva y que, en último lugar, se arme de valor y decida dejarse ayudar. Además la familia puede adquirir pautas para poder gestionar el malestar en el núcleo familiar y que el problema no afecte a otros miembros, de modo que se preserve la unidad familiar y se conserve la buena comunicación.

  • Acudir a terapia es un acto voluntario y confidencial y no tiene por qué saberlo nadie más que la persona que acude al profesional. La terapia constituye un espacio seguro y sigue el código deontológico que asegura que nuestra intervención sea ética. Por tanto, si la persona que consulta decide que no quiere que ninguna institución, ni familiar ni otros profesionales sepan de su trabajo, está en su pleno derecho. Sin embargo, en ciertos casos en que el profesional lo considere, se puede recomendar o sugerir, para el beneficio de la persona y de su proceso terapéutico, compartirlo con un tercero. Pero la decisión final de hacerlo siempre recae en la persona que consulta.

  • La terapia no tiene una duración determinada pero sí que tiene una finalidad, que es conseguir los objetivos terapéuticos que acordamos en la primera visita conjuntamente. Una vez establecidos estos objetivos la duración depende de varios factores como la complejidad del problema, de los recursos existentes en la persona, y por supuesto, del grado de implicación y esfuerzo que se tenga en la terapia y en el trabajo terapéutico. Cada persona tiene un ritmo, y la terapia se adapta a ella y sus circunstancias. Por tanto, cada terapia es diferente y no hay un tiempo establecido de antemano, aunque sí un final claro: conseguir lo que la persona se ha propuesto.

  • En principio para las primeras visitas de terapia infanto-juvenil, suelo pedir que me traigáis informes que podáis tener de otros profesionales, otras terapias o del colegio que me puedan ayudar a obtener más información sobre vuestro hijo. Si no tenéis, no pasa nada. Por otro lado, aunque no es obligatorio, resulta de utilidad traer una libreta de terapia ya que vamos a estar hablando mucho sobre herramientas terapéuticas, pautas, reflexiones, ejercicios, preguntas y cuestiones a explorar, y tenerlo por escrito, facilita el acordarse después.

 
 
 

Para poder vivir una vida plena y feliz necesitamos sentirnos en paz con nosotros mismos y nuestras emociones, y eso requiere conocer y aprender a gestionar nuestras emociones.

Si quieres que te acompañe en este camino a conocerte, conocer mejor a tus hijos y entender la alta sensibilidad o simplemente quieres aprender cómo gestionar tus emociones, estaré encantada de hablar contigo y guiarte en este proceso.